Relojes de lujo para amantes del automovilismo

Conoce cuáles son los relojes de lujo más icónicos conectados con el mundo del automovilismo.

Cortesía: Tudor.

Los relojes y el automovilismo comparten una fascinación intrínseca por la precisión y la innovación, dos elementos que los unen en una simbiosis única a lo largo de la historia. Recientemente, Tudor hizo un emocionante anuncio al revelar su regreso a las pistas en colaboración con Formula 1: Visa Cash App RB. Este retorno tan esperado nos brinda la oportunidad perfecta para adentrarnos en el mundo de los relojes de lujo, especialmente seleccionados para satisfacer los gustos más exigentes de los coleccionistas amantes del deporte motor. Desde modelos clásicos hasta creaciones vanguardistas, exploramos cómo la elegancia y la funcionalidad se fusionan en estos impresionantes ejemplares que capturan la esencia misma del automovilismo.

Black Bay, Tudor

Cortesía: Tudor.

Un reloj que refleja la evolución estética en el icónico cronógrafo que en su modelo más reciente (2023) incorpora elementos de diseño evolucionados y un cierre "T fit", junto con la prestigiosa Certificación Master Chronometer otorgada por el METAS. Desde su debut en 2012 con el distintivo bisel burdeos, el Black Bay de Tudor ha continuado evolucionando, recibiendo el tratamiento de Calibre de Manufactura en 2016 y ahora presentando su tercera evolución que señala el futuro estético y técnico de la colección. El Calibre de Manufactura MT5602-U, que impulsa el Black Bay, ofrece funciones de horas, minutos y segundos con un diseño que refleja la excelencia de los calibres de manufactura de la marca. Equipado con un rotor de tungsteno monobloque y troquelado, este calibre presenta un acabado distintivo con láser radial estriado y detalles pulidos a chorro de arena en sus puentes. Su construcción robusta garantiza precisión y durabilidad, con un volante de inercia variable y una espiral de silicio amagnético que permite una tolerancia de +/-5 segundos cuando está completamente ensamblado. Además, su reserva de marcha de 70 horas, asegura que el reloj funcione sin necesidad de darle cuerda durante todo el fin de semana, destacando su excepcional rendimiento y conveniencia para el usuario. Sin duda, una obra maestra que define los estándares de la industria en términos de precisión y durabilidad.

Pilot’s Watch Performance Chronograph 41 AMG, IWC Schaffhausen

Cortesía: IWC Schaffhausen.

Con bisel cerámico negro pulido y esfera negra de acabado brillante, junto con agujas y totalizadores en níquel oscurecido rellenos de Super-LumiNova, este reloj ofrece una legibilidad excepcional, tanto de día como de noche; la elaboración de la esfera es una hazaña de maestría artesanal, con un proceso de acabado lacado y pulido meticuloso y altamente controlado. Con un movimiento calibre 69385 de fabricación propia de IWC Schaffhausen, diseñado con 242 piezas para garantizar resistencia, fiabilidad y precisión. El sistema de cuerda bidireccional ofrece una reserva de marcha de 46 horas, mientras que el control del cronógrafo en rueda de pilares asegura una precisión definida en cada fase de la secuencia de conmutación. Estos movimientos se montan en el exclusivo Manufakturzentrum, donde cada función se prueba durante 12 días en la celda FIM (Inspección Final del Movimiento) para garantizar la máxima calidad.

Mille Miglia Classic Chronograph French Limited Edition, Chopard

Cortesía: Chopard.

La pasión de Chopard por el automovilismo se refleja en la nueva adición a la colección Mille Miglia, una edición limitada de 100 piezas numeradas disponible exclusivamente en Francia. La edición limitada francesa del Mille Miglia Classic Chronograph fue presentada en el Salón Rétromobile de París y cuenta con una caja de 40.5 mm de diámetro fabricada en Lucen Steel, la aleación exclusiva de alta calidad de la firma que cuenta con una tasa de reciclaje de al menos 80%. Además, este reloj está equipado con un movimiento de cronógrafo que cuenta con una precisión certificada como cronómetro, una esfera tricolor ultra legible y un magnífico cristal 'glass box' que le otorga un aspecto retro. El espíritu competitivo y el afán de superación, la energía y el dinamismo, la velocidad y el estilo: tales son los atributos de la famosa carrera de autos clásicos italiana 1000 Miglia, patrocinada por la maison desde 1988, que los artesanos de la Manufactura han instilado en este nuevo modelo esperado con ansias por los coleccionistas.

Carrera Chronograph Tourbillon, TAG Heuer

Cortesía: TAG Heuer.

La colección Carrera, que hizo su debut en 1963, fue concebida originalmente sin una complicación de fecha. Sin embargo, la evolución de la colección tomó un giro interesante sólo tres años después cuando se introdujo una función de fecha en la posición de las 12 en punto, dando lugar a la primera iteración del diseño DATO. Durante la LVMH Watch Week en Miami, la firma relojera añadió a la colección una variante monocromática verde, con una fecha a las 9 en punto, mejorando impecablemente esta serie. Continuando con la herencia de la configuración DATO, la última adición es un testimonio del compromiso de la firma con la preservación de su extenso legado mientras abraza la modernidad. El reloj cuenta con un cristal de zafiro Glassbox aboveda el cual rinde homenaje a diseños similares de cristal hesalita abovedado de la década de 1970. Rediseñado para tener una curva que fluye sin problemas sobre el bisel, recorre el borde de la esfera, fusionándose con la caja.

The Jean Bugatti, Jacob & Co.

Cortesía: Bugatti.

El reloj Jean Bugatti, limitado a sólo 57 unidades, rinde homenaje a este extraordinario innovador, representando sus interpretaciones automotrices vanguardistas y artísticas. Al igual que los diseños automotrices de Bugatti desafiaron las tendencias establecidas, este reloj epónimo también lo hace. Es uno de los relojes más sofisticados lanzados en los últimos años y entra en un territorio que Jacob & Co. nunca ha explorado. El modelo podría ser el proyecto de relojería más exigente de la relojera hasta la fecha. Con su caja redonda, bisel redondo, asas cortas y elaboradas, pulsadores en forma de hongo y una caja de oro rosa o blanco completamente pulida de 46 mm parecería casi común si no fuera por su diseño único. Las dos aberturas en el dial albergan un par de tourbillones voladores de un minuto, cuyo diseño de jaula está coronado por el icónico logo 'EB' de Bugatti, fabricado en acero pulido. Indica las horas y minutos gracias a un par de agujas rojas que apuntan hacia el interior ubicadas en el borde del dial. El par de agujas cortas y azules ancladas en el centro del dial son las agujas del cronógrafo. La primera, más larga, representa las unidades de segundos del cronógrafo; la más corta indica las decenas de segundos del cronógrafo. Cuando cada una de ellas llega al final de su recorrido, retrocede, definiendo así un cronógrafo doble retrógrado. El cronógrafo está alimentado y regulado de manera autónoma con un barril separado y un órgano regulador de alta frecuencia.


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