Bandera a cuadros: de la pista al hipódromo
Si bien esta colección está inspirada en un domingo en el hipódromo, Longchamp crea una oda a las carreras con una colorida y electrizante propuesta.
Esta temporada, Longchamp regresa a sus raíces con una colección de Otoño-Invierno que busca celebrar la emoción de un día en las carreras y, como bien se sabe, en 1948, cuando Jean Cassegrain fundó su casa de marroquinería asoció su apellido al hipódromo de Longchamp, donde se encuentra el molino más antiguo de París, por lo que la firma desde entonces se ha asociado con las carreras de caballos por sus valores iniciales del savoir-faire, la energía y la autenticidad.
La colección de Otoño-Invierno le da un giro al espíritu deportivo y casual-chic de la equitación con materiales cálidos y femeninos que, a su vez, podrían asociarse a los elementos que vemos en las carreras de automovilismo como la bandera a cuadros. Ambos deportes se consideran brotes de adrenalina en los cuales, tanto los pilotos como los jinetes, no dejan ningún detalle a la suerte, misma cualidad que se aprecia en cada pieza de la entrega de Longchamp. Entre chamarras, chalecos y blusones de piel de oveja, las prendas se complementan con los tonos cálidos –ciruela, maíz y caoba–, así como con estampados de camuflaje y parkas estructuradas con paneles color-block, ideales para lograr un atuendo invernal y aventurero. “Me encanta el concepto de layering, ya que te permite crear una sensación acogedora y envolvente que necesitas en invierno, sin dejar de tener un aspecto chic y casual”, explica Sophie Delafontaine, Directora Creativa de la maison.
El bolso Box-Trot en nuevos tonos vibrantes de azul cobalto y verde hierba, así como un nuevo formato baguette, complementan los vestidos largos en crepé fluido que crean una silueta contemporánea y elegante; estilo que podría –fácilmente– lucirse en cualquier Paddock Club en los Grandes Premios de Formula 1.
Uno de los motivos con los que podría relacionarse esta colección con el automovilismo, es aquel que alude a los tableros de ajedrez, pero que todo aficionado de las carreras de motor, lo asociaría con la bandera que indica la conclusión de una gloriosa carrera. La novedad de la línea Epure es un bolso con forma de estuche para binoculares, un must para seguir de cerca las competiciones mientras que el ícono Le Pliage también entra en acción con diseños en tonos vibrantes como granate, azul cielo, naranja, rojo, verde herbes, amarillo y rosa. Sin importar cuál de los dos deportes elijas, automovilismo o equitación, esta colección sin duda celebra la adrenalina y energía que se siente al presenciarlas.
Cortesía: Longchamp.