Celebración a la italiana: Alessandro Lunelli y la herencia de Ferrari Trento

Con motivos de continuar celebrando la victoria de Scuderia Ferrari en Italia, te contamos la historia sobre cómo la familia Lunelli ha llevado a Ferrari Trento a ser el símbolo de excelencia en vinos espumosos italianos, desde su origen en Trentino hasta su presencia en los podios de la Formula 1.

Max Verstappen y Charles Leclerc celebran con Ferrari Trento en podio del Gran Premio de Austria. Cortesía: Red Bull Content Pool.

En el corazón de las montañas de Trentino, donde el clima de días cálidos y noches frescas crea el entorno perfecto para la viticultura, nació una leyenda del vino: Ferrari Trento. Fundada por Giulio Ferrari a principios del Siglo XX, esta bodega se ha convertido en un símbolo de excelencia en la elaboración del método tradicional, similar al champenoise. Sin embargo, lo que realmente distingue a Ferrari Trento no es sólo su técnica impecable, sino la historia de una familia que ha llevado adelante la visión de su fundador con una dedicación inquebrantable. Hoy, Alessandro Lunelli, uno de los representantes de la tercera generación de la familia Lunelli, continúa esta tradición con una pasión que refleja la rica herencia italiana.

Giulio Ferrari, un visionario en el mundo del vino, estudió en Champagne y comprendió la importancia de un clima adecuado para la producción de espumosos de alta calidad. Al regresar a Italia, abrió lo que entonces se conocía como Champagne Ferrari, antes de que las regulaciones sobre el uso del nombre se establecieran en Francia. Aunque Giulio no tenía descendencia, su legado encontró un nuevo hogar en la familia Lunelli. "Mi abuelo comprendía perfectamente los deseos de Giulio Ferrari", comenta Alessandro Lunelli. A pesar de no tener conocimientos enológicos al inicio, la familia se embarcó en un viaje que los llevaría a convertirse en maestros de la elaboración de vinos, con Mauro Lunelli, padre de Alessandro, liderando el camino tras estudiar enología en San Michele all'Adige.

Gran Premio de Miami 2024. Cortesía: Red Bull Content Pool.

Desde 1952, la bodega ha sido gestionada por la familia Lunelli, quienes han expandido el legado de Ferrari Trento más allá de las burbujas, introduciendo productos como agua mineral y prosecco, que es crucial aclarar que Ferrari no es un prosecco. "Queremos hacer lo mejor en productos de bebidas de Italia", afirma Alessandro, quien enfatiza que la casa busca la intersección perfecta entre elegancia y jovialidad, todo mientras preserva la tradición y la innovación en cada botella. Una de las confusiones más comunes entre los amantes del vino es pensar que todas las burbujas italianas son iguales. Sin embargo, hay una diferencia fundamental entre Ferrari Trento y el prosecco, dos estilos que, aunque ambos representan la excelencia vinícola de Italia, siguen caminos distintos tanto en su elaboración como en su carácter.

Para empezar, el prosecco proviene de la región del Véneto y Friuli-Venecia Julia, en el noreste de Italia, y está elaborado principalmente con uva Glera. Este vino espumoso es conocido por su frescura, sus aromas frutales y su ligereza, cualidades que lo han hecho popular en todo el mundo. Por otro lado, Ferrari Trento nace en la región de Trentino, al norte de Italia, en un entorno montañoso donde la diferencia de temperatura entre el día y la noche es clave para el cultivo de las uvas Chardonnay y Pinot Noir. Estas variedades de uvas, típicas del método tradicional, aportan una mayor complejidad y profundidad al vino espumoso.

La diferencia más significativa radica en el método de producción. El prosecco se elabora utilizando el método Martinotti (o Charmat), en el que la segunda fermentación, responsable de las burbujas, se lleva a cabo en grandes tanques de acero inoxidable. Este proceso es más rápido y permite capturar la frescura y las notas frutales del vino, características que definen al prosecco. En contraste, Ferrari Trento sigue el método tradicional (méthode champenoise), el mismo que se utiliza en la región de Champagne, Francia. En este proceso, la segunda fermentación ocurre dentro de la botella, un proceso más laborioso y prolongado que otorga al vino una mayor complejidad y una fina integración de las burbujas. Cada botella de Ferrari Trento tiene su propia "vida", ya que la fermentación dentro de la botella permite desarrollar un carácter único con el tiempo.

En cuanto al perfil se sabores el prosecco, con su frescura y ligereza, es ideal para ocasiones casuales, cócteles y aperitivos. Su acidez moderada y sus notas de manzana, pera y flores blancas lo hacen accesible y versátil. Por otro lado, Ferrari Trento ofrece una experiencia más rica y sofisticada. Gracias al método tradicional, sus vinos tienen una acidez más marcada, una burbuja más fina y persistente, y un perfil aromático complejo que puede incluir notas de frutas maduras, pan tostado, nueces y un toque mineral. Estos vinos están diseñados para acompañar celebraciones especiales y platos más elaborados, reflejando la elegancia y la tradición italianas.

La dedicación a la excelencia es evidente en la atención meticulosa a los detalles, comparable a la precisión necesaria en la Formula 1, con la que Ferrari Trento mantiene una estrecha relación. Desde hace cinco años, la bodega es el brindis oficial en los podios de la Máxima Categoría, un honor que conecta el presente con el pasado, recordando los días en que Enzo Ferrari, amigo cercano de la familia, colocaba sus vinos en el podio para celebrar cada victoria.

Alessandro Lunelli ve la tradición como una innovación que ha sido perfeccionada a lo largo del tiempo. Bajo su liderazgo, Ferrari Trento ha retomado prácticas ancestrales, como la fermentación en madera, una técnica utilizada por Giulio Ferrari antes de la invención del acero inoxidable. Esta combinación de tradición e innovación es lo que ha permitido a la bodega seguir siendo un referente en el mundo del vino espumoso, donde cada botella cuenta una historia única, con la segunda fermentación ocurriendo en la botella, otorgándole una vida propia a cada una.

"Ferrari captura la esencia de Italia, un país conocido por su arte, arquitectura, y su capacidad para crear cosas bellas y bien hechas", concluye Lunelli. Desde los paisajes hasta las iglesias, Italia es un país donde lo artesanal cobra vida en cada rincón. Con colaboraciones que celebran la dolce vita y experiencias de 360 grados, como la Formula 1 y Missoni, Ferrari Trento sigue siendo un símbolo de la excelencia italiana, un brindis a la vida, la tradición y la innovación.


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