POV: el desgaste físico de los pilotos en Qatar estuvo fuera de control
Después del Gran Premio de Qatar los pilotos terminaron en el centro médico debido al desgaste físico que les ocasionó la carrera.
Cortesía: Instagram @williamsracing.
La Formula 1 es un deporte de alto rendimiento, pero durante el fin de semana del Gran Premio de Qatar esta resistencia sobrepasó los límites poniendo en riesgo la salud de los pilotos; lo más decepcionante del caso es que al momento en el que Logan Sargent se retiró porque no se sentía bien, existieron comentarios en redes sociales los cuales indicaban “que él no estaba hecho para un deporte así”, “mejor que no renueven su contrato, es muy débil”. ¿Cuándo entenderemos como fanáticos, que los pilotos son solamente seres humanos? ¿Cuándo aprenderemos que sentirse mal no es sinónimo de debilidad? En promedio por carrera, los pilotos de Formula 1 llegan a perder hasta 5 kilos de agua corporal, misma situación que provoca máxima deshidratación que, a su vez, puede provocar hasta la muerte si no se controla. De acuerdo con la investigación ‘Hidratación y Deshidratación en la Actividad Física y el Deporte’ publicada por Álvaro Morente Montero y Francisco Jesús Llorente, el agua corporal colabora en las reacciones celulares transportando nutrientes, enzimas y plaquetas que facilitan tanto el metabolismo celular como el funcionamiento químico de las mismas. Al exponer al cuerpo a las altas temperaturas en la pista, los pilotos comienzan a sufrir una especie de desmineralización del cuerpo que complica no sólo el sistema de hidratación humano, sino también la termorregulación del cuerpo afectado así la tensión cardiovascular –que de no ser tratada puede provocar fallas cardiacas– sin mencionar que, a pesar de que todos los pilotos actuales cuentan con un sistema de hidratación, éste no es tan óptimo como el de otros deportistas, ya que se sobrecalienta o incluso llega a fallar, dejando al conductor totalmente a su suerte cuando se trata de recargar fuerzas.
Oscar Piastri en el cool down room. Cortesía: Instagram @mclaren.
La temperatura del aire en Qatar durante el Gran Premio del 2023, fue de 31.4º, mientras que la temperatura de la pista era de 36.7º con un viento de 2.8km/h y una humedad del 76%. “El asiento me está quemando”, dijo Fernando Alonso durante una de las vueltas y al final de la carrera reveló que sufrió una semi-quemadura debido al calor de su auto. Todos y cada uno de los pilotos revelaron que esta ha sido, sin duda, una de las carreras más demandantes física y mentalmente, algunos hasta sufrieron de incidentes como náuseas, desmayos repentino e incluso vómitos, sin mencionar que todos visitaron el centro médico para una revisión. Y mientras que unos no creen que son atletas sólo porque no están corriendo con sus piernas, otros dirán “para eso entrenan diario”; la resistencia que manejan estos chicos, porque recordemos que la mayoría son personas entre los 20 y 30 años –con sus excepciones–, es genuinamente de un superhumano, pero todos tenemos un límite y considero que Qatar fue uno muy grande para ellos. Asimismo, el deporte se vende como uno de los que antepone la seguridad por sobre todas las cosas; sin embargo a mi parecer, esta vez, se antepuso el show más que cualquier otra situación y eso no es correcto. Lo sorprendente del caso es que teníamos muchos años sin experimentar imágenes de pilotos en máxima deshidratación al menos no desde Nigel Mansell en el Gran Premio de Estados Unidos en Dallas 1984 cuando empujó su Lotus a la meta cayendo al suelo a causa del calor y esfuerzo físico. Otro ejemplo es Ayrton Senna en el Gran Premio de Brasil, en el cual su equipo tuvo que ayudarlo a salir de su monoplaza debido a la gran deshidratación que había sufrido.
Y como ellos mismos dicen, “no queremos que quiten este Gran Premio del calendario, a la mayoría nos gusta y divierte la pista, pero tiene que ser en otra época del año en la cual el calor no sea excesivo y así poder dar el máximo de nosotros sin arriesgar la salud”.
DECLARACIÓN DE LA FIA - COMPETICIÓN EN CONDICIONES CLIMÁTICAS EXTREMAS
“La FIA señala con preocupación que las temperaturas extremas y la humedad durante el Gran Premio de Formula 1 de Qatar de la FIA en 2023 tuvieron un impacto en el bienestar de los pilotos. Si bien son atletas de élite, no se espera que compitan en condiciones que puedan poner en peligro su salud o seguridad. La operación segura de los autos es siempre responsabilidad de los competidores; sin embargo, en asuntos relacionados con la seguridad, como la infraestructura del circuito y los requisitos de seguridad de los autos, la FIA tomará todas las medidas razonables para establecer y comunicar parámetros aceptables en los que se celebren las competencias.
Por lo tanto, la FIA ha comenzado un análisis de la situación en Qatar para proporcionar recomendaciones para situaciones futuras de condiciones climáticas extremas. Cabe señalar que, aunque la próxima edición del Gran Premio de Qatar está programada más tarde en el año, cuando se esperan temperaturas más bajas, la FIA prefiere tomar medidas materiales ahora para evitar que se repita este escenario.
Se discutirán varias medidas en la próxima reunión de la comisión médica en París. Estas medidas pueden incluir orientación para los competidores, investigación sobre modificaciones para un flujo de aire más eficiente en la cabina y recomendaciones para cambios en el calendario para que coincidan con condiciones climáticas aceptables, entre otras cosas. También se examinará la investigación de otras series, como eventos de campo traviesa en climas extremos, para posibles aplicaciones en eventos en circuitos. El compromiso de la FIA con una cooperación más estrecha entre los departamentos técnicos, de seguridad y médicos bajo el liderazgo del Presidente de la FIA facilitará este proceso”.
El calendario 2024 es el más largo en la historia de Formula 1
En 2024 la Formula 1 hará historia al tener el calendario más largo desde que inició y, aunque muchos fanáticos están de acuerdo con la idea, esta extensión también representa una mayor demanda física, emocional y mental, no sólo para los pilotos sino para los equipos y personal del gran circo. Habrá que esperar a ver cómo –logísticamente– logran encontrar un balance para que la seguridad (que tanto predican) también se refleje en la salud de todos los que hacen posible el deporte.
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