Scott Dixon gana en las caóticas calles de Detroit
Scott Dixon se alza con la victoria en un caótico Gran Premio de Detroit, ampliando su liderazgo en el campeonato y demostrando su legendaria habilidad en la gestión de combustible.
Cortesía: James Black para Penske Entertainment.
En una carrera marcada por la imprevisibilidad y las apuestas tácticas, Scott Dixon emergió triunfante en el Gran Premio de Detroit, capturando su segunda victoria de la temporada en la NTT IndyCar Series. El veterano piloto, al mando del PNC Bank Chip Ganassi Racing Honda, logró superar a Marcus Ericsson por apenas 0.8567 segundos en un emocionante final.
Su éxito se basó en la maestría estratégica y una capacidad inigualable para gestionar el consumo de combustible de su coche. "El equipo lo hizo perfecto," dijo Dixon después de la carrera. "Estábamos en la estrategia correcta. Ganamos, ¡qué genial es eso!" La carrera, plagada de clima variable y numerosos periodos de precaución, puso a prueba la determinación de pilotos y equipos por igual.
Cortesía: Joe Skibinski para Penske Entertainment.
El Gran Premio de Detroit se desarrolló en un desafiante circuito callejero temporal de nueve curvas y 1.645 millas. Desde el principio, la carrera estuvo definida por la turbulencia. Los primeros tres cuartos de la competencia vieron ocho periodos de precaución, resultando en asombrosas 47 vueltas bajo bandera amarilla de las primeras 73. Estas interrupciones obligaron a los equipos a reevaluar constantemente sus estrategias.
Añadiendo a la complejidad, una lluvia repentina en la vuelta 34, que no apareció en los radares de los equipos, creó más incertidumbre. Algunos equipos se apresuraron a cambiar a neumáticos de lluvia, mientras que otros apostaron a que la lluvia cesaría rápidamente. Dixon, junto con Ericsson y Kyle Kirkwood, permanecieron con neumáticos lisos, una decisión que resultó beneficiosa cuando la lluvia se disipó rápidamente.
La astucia táctica de Dixon se mostró en todo su esplendor. Aseguró su primer liderazgo en la vuelta 66 después de que Álex Palou, el ganador defensor en Detroit y su compañero de equipo, hiciera la última de sus cinco paradas. Para entonces, Dixon había realizado sólo dos paradas en boxes, un testimonio de su destreza en el ahorro de combustible. Su estrategia dependía en gran medida de cronometrar su última parada en boxes bajo precaución al final de la vuelta 56, esperando banderas amarillas subsecuentes para conservar suficiente combustible hasta el final en la vuelta 100.
Cortesía: Paul Hurley para Penske Entertainment.
A medida que avanzaba la carrera, Marcus Ericsson, en el No. 28 Delaware Life Honda del equipo Andretti Global, mostró una velocidad impresionante. Superó a Kyle Kirkwood para capturar el tercer lugar y luego fijó su mirada en Marcus Armstrong, eventualmente adelantándolo para asegurar el segundo lugar en la vuelta 99. Sin embargo, a pesar de su impresionante ritmo, quedó corto de alcanzar a Dixon.
Mientras tanto, Dixon navegaba la turbulencia del más lento No. 26 Gainbridge Honda de Colton Herta en la cola de la vuelta de liderazgo, una maniobra crítica para mantener su liderazgo. “Siempre están las variables,” reflexionó Dixon. “Tratando de evitar problemas, tratando de mantener tu coche en la pista. Tuvimos lluvia. Estaba todo loco allá afuera.”
Cortesía: Joe Skibinski para Penske Entertainment.
Las últimas vueltas fueron intensas, con Ericsson cerrando significativamente la brecha en la última vuelta, reduciendo la ventaja de Dixon a menos de un segundo. Sin embargo, ‘The Iceman’ se mantuvo firme, asegurando su 58ª victoria en su carrera. Esta victoria no sólo solidificó su liderazgo en el campeonato por 18 puntos sobre su compañero de equipo Álex Palou, sino que también lo acercó al récord de A.J. Foyt de 67 victorias en su carrera.
El Gran Premio de Detroit fue un testimonio de la brillantez estratégica de Dixon y su capacidad de adaptación bajo presión. A medida que la serie se dirige al Gran Premio XPEL en Road America, todas las miradas estarán puestas en Dixon para ver si puede continuar su marcha hacia igualar el ilustre récord de Foyt.
